En el otro extremo algunos profesores y equipos realizan exámenes para el acceso a los cinturones y toman en cuenta opiniones sobre el comportamiento fuera del tatami de los alumnos.
En nuestro caso si bien tenemos en cuenta el criterio de la eficiencia, esto es, la capacidad de un alumno de finalizar regularmente a sus comapeñeros del mismo nivel peso y edad y poner en problemas a los del cinturón inmediato superior, también tenemos en cuenta otras tres áreas fundamentales para valorar la evolución y realizar la graduación de nuestros alumnos.
En primer lugar el cumplimiento de los requisitos técnicos que hemos desarrollado para cada grado en el caso de los cinturones blancos y azules.
En segundo lugar la continuidad en el entrenamiento, en este sentido valoramos como más positivo para la evolución de un alumno que asista a una clase semanal que venga a cinco clases a la semana durante un mes y luego pare de entrenar durante dos meses.
En tercer lugar la actitud del alumno dentro y fuera del tatami. En este sentido damos mucho valor al respeto y cuidado de los compañeros de equipo y la preocupación por la salud y logros de los demás.
Por último tenemos también en cuenta la actitud de nuestros alumnos fuera del tatami porque consideramos que todos están en el camino a ser instructores y maestros un día, y que estará en sus manos enseñar a otras personas una de las armas más potentes que ha creado el ser humano.
Por todo ello trabajamos arduamente cada día para que el jiu jistu sea un vehículo de transformación y superación personal, que ayude a conseguir metas propias pero que además nos ayude en nuestras relaciones con los demás.
Sugerimos la lectura de un artículo publicado sobre lo que significa desde mi punto de vista pertenecer a un equipo .
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